La Catedral de Sal es una catedral construida en el interior de las minas de sal de Zipaquirá, en la Sabana de Bogotá, en el departamento de Cundinamarca, Colombia. Es también un centro religioso y uno de los santuarios católicos más célebres del país que hace memoria del Viacrucis de Jesucristo.
En su interior se encuentra una rica colección artística, especialmente de esculturas de sal y mármol en un ambiente lleno de un profundo sentido religioso que atrae a peregrinos y turistas.[2]
La catedral de Sal de Zipaquirá es considerada como uno de los logros arquitectónicos y artísticos más notables de la arquitectura colombina,[3] otorgándosele incluso el titulo de joya arquitectónica de la modernidad.[4] La importancia de la Catedral, radica en su valor como patrimonio cultural, religioso y ambiental.[5]
En 2007 mediante un concurso para elegir las 7 Maravillas de Colombia; la Catedral de Sal obtuvo la mayor votación; convirtiéndola en la Maravilla No.1 de Colombia, aunque también fue propuesta entre las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
La iglesia subterránea hace parte del complejo cultural "Parque de la Sal",[6] espacio cultural temático dedicado a la minería, la geología y los recursos naturales.
La Catedral de Sal se encuentra en la Ciudad de Zipaquirá, población del Departamento de Cundinamarca, a 49 kilómetros al norte del Distrito Capital de Bogotá y a una altitud de 2.652 msnm. Por vía férrea la Catedral dista de la ciudad de Bogotá unos 48 kilómetros, el recorrido es realizado por el Tren Turístico de la Sabana. La población no es sólo célebre por la explotación de sal, sino también por uno de los hallazgos de restos humanos más antiguos de Colombia en el Valle de El Abra.
En su interior se encuentra una rica colección artística, especialmente de esculturas de sal y mármol en un ambiente lleno de un profundo sentido religioso que atrae a peregrinos y turistas.[2]
La catedral de Sal de Zipaquirá es considerada como uno de los logros arquitectónicos y artísticos más notables de la arquitectura colombina,[3] otorgándosele incluso el titulo de joya arquitectónica de la modernidad.[4] La importancia de la Catedral, radica en su valor como patrimonio cultural, religioso y ambiental.[5]
En 2007 mediante un concurso para elegir las 7 Maravillas de Colombia; la Catedral de Sal obtuvo la mayor votación; convirtiéndola en la Maravilla No.1 de Colombia, aunque también fue propuesta entre las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
La iglesia subterránea hace parte del complejo cultural "Parque de la Sal",[6] espacio cultural temático dedicado a la minería, la geología y los recursos naturales.
La Catedral de Sal se encuentra en la Ciudad de Zipaquirá, población del Departamento de Cundinamarca, a 49 kilómetros al norte del Distrito Capital de Bogotá y a una altitud de 2.652 msnm. Por vía férrea la Catedral dista de la ciudad de Bogotá unos 48 kilómetros, el recorrido es realizado por el Tren Turístico de la Sabana. La población no es sólo célebre por la explotación de sal, sino también por uno de los hallazgos de restos humanos más antiguos de Colombia en el Valle de El Abra.